Claves para identificar un buen diseño web
¿Un diseño web debe ser bonito o efectivo? ¿Tenemos que conformarnos con sólo una de las opciones? Un buen diseño web debe combinar un aspecto visual atractivo con una funcionalidad que responda a las necesidades de los usuarios.
Aunque sea fácil afirmarlo, no siempre se lleva a la práctica. En multitud de ocasiones, el apartado visual de un diseño web se prioriza, en detrimento de la usabilidad. Esto nos puede llevar a un punto en que una web sea merecedora de un premio por su aspecto, pero que no responda a ninguna de las necesidades reales de los usuarios.
El diseño no es sólo cómo se ve o cómo se siente. El diseño es cómo funciona.
Steve Jobs
El estudio de las prioridades de nuestros usuarios, las características del sector o la presencia de competidores nos aportará información de un valor altísimo a la hora de preparar un diseño web.
Para evitar llegar un escenario como el que planteábamos al inicio, necesitamos identificar qué variables influyen en la definición de un buen diseño web. Veamos algunas de las claves más importantes.
1. Información rápida de quiénes somos y el propósito de la web:
Cuando un usuario acceda a nuestra web, debe ser capaz de discernir en un instante quiénes somos, a qué nos dedicamos y qué objetivo tiene la página. Esto es aplicable no sólo a la Home, sino a todas las páginas de la web. Si, por ejemplo, nuestro logo no es suficientemente representativo de nuestra actividad, quizás debamos incluir un pequeño texto para especificarla.
2. Organización en la arquitectura de la información:
El aspecto que indica si una página tiene un diseño web profesional es su estructura y la organización de su contenido. Los aspectos relacionados con la organización de una página web que debes observar son:
- El menú. La organización de las diferentes pestañas del menú es uno de los primeros indicadores en los que me fijo. Por ejemplo, número de elementos (que no tenga demasiados), desplegables (cuando un menú tiene muchos submenús no está teniendo usabilidad para el usuario), la ubicación del menú, si hay varios menús en la página (uno principal y otro secundario).
- El contenido. La organización del contenido también es importante y hace referencia a elementos como categorías, subcategorías, pestañas o etiquetas.
- Otras variables. En el caso de un ecommerce, por ejemplo, que los artículos se filtren por colores, tallas, promociones, etc.
3. Coherente con la imagen de marca y el contenido:
El diseño de una página web debe ir en consonancia con el apartado visual de una marca. Del mismo modo, el diseño web tiene que ayudar a presentar los contenidos de la forma más efectiva posible.
4. Responder a las necesidades de los usuarios:
Si contamos con un portal de alquiler de coches, el formulario o los mecanismos para formalizar este proceso deberán ser un elemento prioritario del diseño web. De nada sirve incluir grandes imágenes o modernos recursos visuales si ocultan una de las acciones principales que los usuarios esperan poder realizar en nuestra web.
5. Centrar la atención en el elemento principal de la página:
En línea con el punto anterior, debemos evitar la presencia de elementos visuales que distraigan a los usuarios de la función principal de la página.
6. Coordinado con otras disciplinas:
Dado que una web habitualmente requiere de tráfico para conseguir sus objetivos de negocio, colaborar con disciplinas del marketing online encargadas de ello, como el SEO o el SEM, será clave para conseguir un buen diseño web.
7. Adaptado a dispositivos móviles y rápido:
En la actualidad, gran parte del tráfico web procede de dispositivos móviles. Un buen diseño web debe tener en cuenta esta coyuntura y estar perfectamente adaptado a smartphones, tanto a nivel visual como de funcionamiento.
Estas son solo algunas de las claves para identificar un buen diseño web. Yo mismo las aplico para que mis proyectos presenten un apartado visual impecable y que respondan a los requisitos funcionales de mis clientes.
En definitiva, hoy en día cualquiera puede crear un sitio web. Las herramientas (plantillas, bancos de imágenes, editores visuales para WordPress, etc) están ahí, al alcance de todos.
La diferencia entre un diseño web profesional y uno amateur está en el uso de esas herramientas, de la creatividad a la hora de ordenar la estructura de la página y de mostrar la información, así como de la destreza para de plantear soluciones creativas.
Existe un concepto al que me gusta llamar la magia del diseñador y que estoy convenido de que no todos lo tienen. De ahí mi lema:
Cautiva, Fascina, Enamora.